A fines del siglo XIX, el país se integra al
proceso modernista. Contribuyen al proceso, la
afluencia de las nuevas
corrientes inmigratorias que aportan lo gustos y costumbres
europeas e
incrementan a su vez, la demanda de bienes inmobiliarios, formándose nuevos
barrios y surge la especulación en la construcción y el rubro inmobiliario de
la mano de los
principales empresarios del rubro: E. Reus, F. Piria.
La modernización uruguaya, aportó a la
arquitectura:
La transferencia estética de las corrientes modernistas
europeas: art nouveau, historicismo, y posteriormente ya en el siglo XX,
art decó y ls
vanguardias funcionalistas y neoplasticistas.
La inmigración europea, incorporó a la sociedad oficios y
nuevas tecnologías (herreros, carpinteros, artesanos, etc).
El uso de nuevos materiales y tecnologías a fins del
siglo XIX incluyó el uso del hierro, el vidrio o cristal.
La arquitectura del art nouveau expuesto en Montevideo, se expone como un
eclecticismo ya que se expresa en términos neoclásicos en lo arquitectónico y con expresiones del art nouveau en lo
ornamental.
Entre los arquitectos que con influencia dominante francesa o
italiana contribuyeron a la difusión del art nouveau,
encontramos a Leopoldo Tosi y Cayetano Buigas i Monravá.
Art Deco.
El art decó, en Uruguay, vino a reemplazar al art nouveau cuando
su declinación durante los años 20. Esto marca una contemporaneidad de la
arquitectura uruguaya respecto del movimiento europeo que surgió a partir de la
“Exposición internacional de las artes decorativas y la industria moderna”,
realizadas en París en 1925.
El art decó hereda del art nouveau el
gusto por lo moderno y actual de la estética arquitectónica, el uso de los
oficios constructivos y la estética del cubismo y el racionalismo de las
vanguardias europeas.
Sin embargo, marca una ruptura con el art nouveau: las lineas curvas
y sinuosas se vuelven rectas, la ornamentación geométrica y las líneas
estructurales del edificio remarcan la altura del mismo.
Esta corriente
artística es expresión de los avances tecnológicos en otras áreas de la
economía, es así que los edificios del art decó siguen las líneas naúticas de los
barcos e incluso de la navegación áerea.
Edificio Tapie. Francisco Echeveste, 1933.
Edificio Tapie. Francisco Echeveste, 1933.
Edificio Lapido, Aubriot- Valabrega. 1929.
Palacio Dìaz. Barrere&Ruano, 1929.
Edificio Rinaldi. Isola & Armas, 1929.
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