Romanticismo


Surge en contraposición del clasicismo: prima lo subjetivo en

detrimento de lo objetivo.


Lo anterior determina las características estéticas del arte

romanticista: lo oscuro, las penumbras, lo removedor y todo lo que esté relacionado con lo emocional: la angustia, el dolor, el patriotismo, la soledad.


Hay también una admiración por la naturaleza y esa diversidad de

la misma: se destacan el gusto por lo exótico y las culturas orientales.


En la arquitectura, el romanticismo rompe con el academicismo del

neoclásico y en la búsqueda de un estilo próximo con la naturaleza se apropia de la estética gótica. De esa manera el romanticismo arquitectónico establece la piedra angular de la corriente historicista.